Las acciones estadounidenses subieron el lunes mientras los inversores se reagrupaban para una semana ocupada antes de una nueva prueba de los datos de inflación sobre las perspectivas de recortes de tasas de interés y el inicio de la temporada de ganancias del primer trimestre.
El Dow Jones Industrial Average (^DJI) y el S&P 500 (^GSPC) subieron ligeramente. Los futuros del índice compuesto Nasdaq (^IXIC) subieron un 0,3%.
Un sólido informe de empleo ayudó a impulsar las acciones a ganancias el viernes, pero no pudo evitar las pérdidas semanales, ya que las dudas sobre la intención de la Reserva Federal de recortar las tasas de interés nublaron las mentes.
Los bonos estadounidenses se vendieron la semana pasada en medio de esta incertidumbre, y la presión continuó el lunes con un ligero aumento en el rendimiento del Tesoro a 10 años (^TNX) por encima del 4,45%. Esto acerca el índice al nivel clave del 4,5%, que algunos consideran un posible punto de inflexión para alcanzar los máximos del año pasado.
Otras preocupaciones se sumaron al malestar: opiniones divididas sobre la política entre los portavoces de la Reserva Federal, el creciente revuelo en torno a las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos y el aumento de los precios del petróleo debido a las crecientes tensiones en el Medio Oriente que podrían avivar las presiones inflacionarias.
Todo esto pone más atención en la publicación del Índice de Precios al Consumidor el miércoles, un insumo clave en el proceso de toma de decisiones de la Reserva Federal y evidencia de la continua resiliencia de la economía estadounidense. Los inversores estarán atentos a las señales de que la inflación está volviendo a su tendencia a la baja en marzo después de las señales de estabilización en las lecturas de principios de este año.
Mientras tanto, el mercado se está preparando para la nueva temporada de resultados: Delta Air Lines (DAL) preparó el escenario el miércoles para los resultados de los principales bancos el viernes. En general, Wall Street espera que el primer trimestre marque la pauta para un año sólido de crecimiento de las ganancias entre las empresas del S&P 500, esperanzas impulsadas por las sólidas cifras de empleo de marzo.
En este contexto, el oro subió por encima de los 2.350 dólares la onza para alcanzar un nuevo máximo histórico antes de recortar sus ganancias. Mientras tanto, los precios del petróleo han retrocedido desde sus máximos de los últimos meses a medida que las tensiones geopolíticas disminuyeron un poco después de que Israel retirara más soldados del sur de Gaza. Los futuros del crudo Brent (BZ=F) cayeron a 90,40 dólares por barril, mientras que los futuros del crudo West Texas Intermediate (CL=F) cotizaron alrededor de 86,20 dólares.