El jueves 24 de febrero, en Bruselas, el presidente ruso, Vladimir Putin, hablaba con Emmanuel Macron mientras doscientos manifestantes lo despreciaban frente al edificio donde se reunirían veintisiete jefes de estado (UE) y jefes de gobierno. Fue convocado por su enviado francés a pedido del presidente ucraniano Volodymyr Zhelensky para poner fin a la guerra. “Es obvio, directo, rápido”, Dijo el Sr. Macron. Y sin efecto. Según Elysee, el inquilino del Kremlin había oído que su país había quedado expuesto. Sanciones masivas.
¿Masivo? El paquete adoptado por los europeos que quieren formar un frente unido suscitará debate. El paquete, que fue adoptado el lunes, es similar y apunta principalmente a la capacidad de Rusia para acceder a representantes, bancos y mercados de capital y servicios financieros europeos.
El segundo conjunto de medidas, que se aprobó el jueves por la noche y se aprobó oficialmente el viernes, afectará aún más a los ocupantes ucranianos a corto y mediano plazo. “Vamos a asegurarnos de que la industria rusa ya no pueda obtener los componentes electrónicos y el software que necesita. Tiene acciones, pero a la larga será enorme”. Comentó un diplomático. Las exportaciones de bienes de doble uso (civil y militar) y tecnologías básicas (informática, telecomunicaciones, electrónica, láser, sensores, etc.) estarán estrictamente controladas.
El plan también tiene como objetivo restringir aún más el acceso al mercado de capitales para evitar el refinanciamiento de la deuda rusa. Las medidas también abarcan los sectores de energía y refino, aviación y banca (ahora se verá afectado el 70% del sector). En el menú, una serie de congelamientos de propiedades, visas y personalidades que bloquean las restricciones de viaje en Europa.
Prevaleció el enfoque “gradual”
La previsión -u optimismo- de los europeos: estos nuevos obstáculos “Aumentar la inflación, acelerar la capitalización y socavar gradualmente la base industrial del país”, resume Ursula van der Leyen, presidenta de la comisión. Hermosas palabras, inocencia? Esto es lo que comenzó Mateusz Morawiecki; El Primer Ministro de Polonia encabezó un grupo de países pequeños en apoyo de medidas enérgicas.
Otros estados miembros -Alemania, Italia, Hungría y Chipre- apoyaron el enfoque “gradual” e impusieron sus puntos de vista. “Simplemente vino a nuestro conocimiento entonces (…) Guardamos todo para la situación en la que tenemos que hacer otras cosas”.El canciller alemán Olaf Scholes anunció que esto provocaría algunos malentendidos.
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