Fuente de imagen, EPA-EFE/REX/Shutterstock
La victoria de Geert Wilders el año pasado sacudió la política holandesa y provocó conmociones en toda Europa.
El líder populista antiislámico holandés, Geert Wilders, abandonó su candidatura a convertirse en primer ministro, a pesar de la dramática victoria de su partido en las elecciones de 2023.
“Sólo puedo convertirme en primer ministro si todos los partidos de la coalición lo apoyan. Ese no fue el caso”, escribió en X, antes conocido como Twitter.
Su Partido de la Libertad obtuvo la mayor cantidad de votos el año pasado, pero necesitó el apoyo de otros partidos para formar una coalición.
Continúan las conversaciones con otros tres partidos sobre la forma del nuevo gobierno.
Está previsto que el negociador que encabeza la última ronda de conversaciones, que concluyó el martes, presente su informe al Parlamento el jueves.
Wilders escribió en su carta del miércoles por la noche: “Quiero un gobierno de derecha. Menos asilo e inmigración. Los holandeses primero. El amor por mi país y mis votantes es grande y más importante que mi posición”.
Wilders, de 60 años, ha pasado meses en conversaciones con el partido liberal de centro derecha VVD, el partido Nuevo Contrato Social (NSC) y los partidos agricultores BBB para intentar formar un gobierno de coalición.
Los líderes de esos tres insistieron esta semana en que la única forma en que estarían dispuestos a avanzar es si los cuatro líderes del partido acordaran no desempeñar ningún papel en el gobierno, según la emisora pública holandesa NOS.
No quedó inmediatamente claro si se había llegado a una cifra de consenso para el puesto de primer ministro.
También se espera un debate parlamentario sobre el tema el jueves, cuando Kim Potters, el hombre que dirige las conversaciones entre los cuatro partidos, presente sus conclusiones.
Se espera que anuncie que los partidos están dispuestos a formar un gobierno minoritario con un “gabinete extraparlamentario”, lo que significa que ninguno de los cuatro líderes del partido ocupará cargos ministeriales, pero seguirá siendo diputado.
No está claro exactamente quién será el primer ministro y quién ocupará el gobierno. Después de 14 años de gobierno de Mark Rutte, el próximo gobierno holandés tendrá un primer ministro más personal, mientras que los ministros podrían ser elegidos tanto desde fuera como desde dentro de la política.
Este tipo de gobierno es favorecido por el líder del Nuevo Contrato Social, Peter Umtsigt, y el líder del Partido Liberal, Dylan Jeselgosz. Se le entregará una lista corta de políticas que se deben cumplir, lo que otorgará al Parlamento poderes más amplios, aunque sigue siendo un misterio cómo funcionarán.
La última vez que un primer ministro no procedía del partido más grande del gobierno holandés fue en los años 1980. La última vez que un primer ministro holandés no fue líder de uno de los partidos gobernantes fue en 1918, según los medios holandeses.
La victoria del Partido de la Libertad el año pasado no sólo sacudió la política holandesa, sino que también tuvo repercusiones en toda Europa, ya que Holanda es uno de los miembros fundadores de lo que hoy es la Unión Europea.
